Mi primera vez en el Pico Duarte, inolvidable

Es increíble la cantidad de pensamientos y emociones que sentí en los 3 días que me embarqué a esta maravillosa aventura: alergia, Júbilo, emoción, miedo, soledad, desesperación, dolor, paz, tranquilidad, incertidumbre, serenidad. Es algo difícil de explicar pero que creo que todos debemos vivir, ya que en lo personal, conquistar el Pico Duarte me ayudó a conocerme más a mí mismo y a entender que cuando uno se propone firmemente a lograr algo, hará todo lo que sea necesario para obtenerlo y al final lo conseguirá.

Yo tenía más de 3 años deseando ir al Pico Duarte, pero siempre encontraba excusas, hasta que me di cuenta, que aunque tenía excusas, no hacía nada para resolverlas y ahí fue que entendí y todo cambio.

El recorrido inició a las 7:00 am desde la oficina administrativa del Parque Nacional Armando Bermúdez (parque nacional donde se encuentra el Pico Duarte), caminando por un sendero fácil de recorrer, pero que poco a poco se volvía cada vez más empinado y más difícil, eso sin contar la dificultad al respirar debido a la altura en la que me encontraba, ya que casi todo el tiempo se va de subida. Durante el recorrido hay bellos paisajes los cuales pueden pasar desapercibidos debido al cansancio y al enfoque de mantener el ritmo de los pasos, es cierto que es importante mantener el ritmo, pero creo que el solo llegar a la meta sin apreciar el camino y los paisajes le resta magia a esta aventura.

Si me preguntan qué es lo más importante que se necesita para recorrer el Pico Duarte, mi respuesta sería (claro, aparte de tener la condición física), “tener una buena actitud”. Una buena actitud te ayuda a ser perseverante, mantenerte positivo, relajado, disfrutar a plenitud la experiencia, buscar soluciones, a sobrellevar cualquier contratiempo o imprevisto y lo más importante, conocerte más a ti mismo.

En esta aventura me embarque proactivamente solo, aunque fui con una agencia, no conocía a nadie (creo que fue algo temerario de mi parte jeje) pero el ir solo me obligaba a interactuar con todos aquellos que me encontraba en el camino, y así conocí a personas súper interesantes que como yo les encantan este tipo de aventura.

Llegué a Compartición (lugar donde se puede acampar para ir al día siguiente al Pico Duarte) a las 6:30 pm luego de más de 11 horas caminando, llegue súper cansado, con hambre, sed y sueño, pero diciéndome a mí mismo, yeeeah, ya estoy más cerca de mi meta. Al llegar a compartición, levante mi casa de campaña, cené y me acosté (y no, no me bañé, estaba super cansado y hacia mucho frio) para luego levantarme al siguiente día a las 6 am para seguir el recorrido hacia Pico Duarte (ese si me bañé, wou que fría estaba el agua). De Compartición al Pico Duarte me tomó alrededor de 3 horas y 20 minutos y wou que emoción, pero, para ser sincero luego entendí que lo mejor de llegar al Pico Duarte, no es tomarme la foto de que muestra que lo logré, si no, el recorrido, la gente maravillosa que conocí, la gran y bella experiencia que viví.